GONZÁLEZ CAMINO, EDORTA
Los vikingos constituyeron un pueblo guerrero y pagano que se expandió fuera de su Escandinavia natal a partir del siglo VIII, protagonizando durante los tres siglos siguientes, con sus violentos y constantes ataques, una época en la que ejercieron una enorme influencia en la historia del Viejo Continente: en las islas británicas, como saqueadores de ciudades y luego como jefes guerreros que litigaron con la casa real sajona por su dominio; en Francia, donde ocuparon Normandía y atacaron París en varias ocasiones;
en Italia, fundando el reino normando de Sicilia, e interviniendo con sus incursiones en el Califato de Córdoba y en el Imperio bizantino y, a través de los ríos del norte, en la región del mar Báltico y en Rusia, cuyos primeros estados (la Rus de Kíev) aparecen vinculados a aventureros vikingos.
Pero además de esta fama de cruentos guerreros, los vikingos legaron una enorme riqueza cultural, fuente de inspiración permanente del imaginario popular europeo: la literatura de sus poetas, los escaldos, recopiladores de leyendas y cuentos populares y autores de poemas que narran gestas, creencias paganas de la mitología nórdica, historias de conquistas, reinados o tradiciones, transmitidas originalmente de forma oral y fijadas por escrito a partir del siglo XIII en sus sagas.
De todo ello se nutre este libro, en cuyas páginas se suceden relatos míticos, historias de fantasmas y de seres sobrenaturales (elfos, trols, tritones), cuentos de brujería y de hadas, leyendas épicas o historias de santos y forajidos que ofrecen en su conjunto una imagen representativa de la cultura vikinga que brilló con luz propia en la Europa medieval.