OLIVER, MARY
En este libro de poemas, Mary Oliver, como en todos sus libros, nos sorprende con la cuidadosa observación de la naturaleza, con la identificación casi mística con el mundo de la naturaleza, con la gratitud ante lo que se nos ofrece a cada instante; pero también con la mirada triste y a veces feroz hacia la degradación que sufre este maravilloso planeta que nos acoge, hacia todo lo que los humanos estamos haciendo con él y hacia las devastaciones humanas que el poder perpretra con las guerras donde el yo poético confraterniza con los soldados en un lenguaje desnudo de cualquier artificio. Como buena discipula de Walt Whitman, desde una perspectiva poética neoromàntica, Mary Oliver consigue decantar la balanza hacía la alegría de vivir, de encontrar vida y lecciones de vida en el mal y en bien, en la oscuridad y en la luz, en el interior y en el exterior, en la vida y en la muerte. Y estas lecciones de vida nos las transmite a nostros, sus lectores.» (Del prólogo de Corina Oproae.)