SIERRA, JUAN JOSE
Caminamos por los bosques más hermosos del Pirineo central, aquellos en los que el otoño pinta con bellos ocres brillantes las masas forestales mixtas, donde los pinos negros componen bosquetes resistentes a los fríos y la altitud, donde el rododendro, cada primavera, ilumina con sus colores rosados el sotobosque. Se trata de rutas montañeras por bosques con nombre propio, como el maravilloso hayedo de la Selva de Oza, que gana en espectacularidad con el plus de los abetos blancos; los fabulosos Taxos de Crapera o la Selva de Barbaruens. Muchos otros, los identificamos por su ubicación en el mapa: las masas forestales centenarias que colonizan los cañones de Ordesa, los bosques tupidos de las gargantas de Añisclo, Escuaín y Pineta; los bosques del barraco de Aguas Limpias, los abetos de Barrada y los pinares de Néouvielle, los abetales de Guara y los quejigos centenarios de Las Bellostas