MAZARRASA, LUIS / GARCÍA, JESÚS
La República de Azerbaiyán era hasta hace pocos años una gran desconocida para el turismo español, una situación que ha cambiado casi radicalmente en la actualidad, en gran parte gracias a los grandes acontecimientos internacionales que se celebran en la capital, Bakú, como el Gran Premio de Fórmula 1 o la Final de la Uefa League. Pero este encantador país situado a orillas del Mar Caspio, entre Irán, Turquía, Rusia, Armenia y Georgia, es una agradable sorpresa para todo viajero que recale en la Tierra del Fuego. Azerbaiyán ofrecen grandes posibilidades de senderismo en las estribaciones del Cáucaso, pueblos empedrados bellísimos, una estupenda gastronomía, seguridad absoluta, mezquitas, fortalezas, palacios y caravansars de la Ruta de la Seda centenarios algunos habilitados hoy como románticos hoteles- y unos precios más que ventajosos.
Pero el mejor recuerdo que os quedará de un viaje en este país será el de la exquisita educación, hospitalidad, amabilidad y generosidad de sus gentes, un pueblo muy emparentado con sus vecinos turcos y que habla un idioma casi idéntico. En Azerbaiyán se fusiona una rica cultura oriental muy antigua con la riqueza de un boom del petróleo que no es reciente como en otros lares, sino que fue el primer país en comercializar el oro negro, allá por los finales del siglo XIX.