INGELMO, ÁNGEL
Una isla donde el viajero español encontrará justo aquello que vaya buscando: quienes quieran rastrear en la historia y cultura, antigua y reciente, lhallarán fuentes donde alimentar sus conocimientos; quienes sólo pretendan disfrutar de un mar de aguas cristalinas y playas de fina arena o una naturaleza virgen por donde emprender mil rutas habrán llegado al mejor lugar posible; aquellos que busquen diversión no encontrarán un pueblo más alegre y contagiosamente divertido que el cubano.
La visita de la isla pasa obligatoriamente por La Habana, una de las más bonitas ciudades coloniales de toda América, y por alguna de sus paradisíacas playas, la mítica de Varadero, y sus cayos, Cayo Coco, Jardines del Rey, etc. Pero el resto de la isla no desmerece en absoluto, basten de botón de muestra las ciudades de Santiago de Cuba y Trinidad, patrimonio de la humanidad, y los hermosos paisajes de la zona de Pinar del Río, con sus espectaculares mogotes, o la costa de Baracoa, prácticamente inalterada desde los tiempos de la colonización.