ALBA MORATILLA, ANTONIO
Por la década de los cincuenta del pasado siglo, el primer viaje de muchos asturianos era a Covadonga a visitar la Santina. Esta guía nos acerca, a Covadonga desde cualquier punto de Asturias, por múltiples senderos, como el que desde Gijón, por la senda del Garrapiellu, atravesando Villaviciosa, Infiesto, Cangas de Onís nos acerca entre el verdor a divisar las cúpulas de la basílica y por fin a Covadonga, o el que desde Sotres, atravesando los picos de Europa por la bellísima senda de la Reconquista que atraviesa al final la vega de Orandi, y desciende serpenteante a Covadonga, o desde el camino del oriente que cruzando un tramo de una casi intacta calzada romana nos acerca a Covadonga por la cruz de Priena, desde donde invito a llegar al atardecer, y descender, escuchando las oraciones a la Santina del Santo Rosario. O bien desde los caminos que desde el occidente confluyen en los alrededores de Oviedo, por donde descubriremos una naturaleza en estado puro.