SOBERO, YOLANDA
El horizonte sin límites del Sáhara es engañoso. Este aparente vacío guarda la memoria de pueblos antiguos, los surcos del nomadeo, las rutas de comercios ancestrales, las huellas de dolorosas sequías y exilios. El irifi, el viento cargado de arena, topa con muros de guerra.
Antigua colonia española, hoy es el territorio de un pueblo dividido. Para los que anhelan su independencia, es la patria perdida; para otros, las provincias del sur recuperadas; para Naciones Unidas y el derecho internacional, el Sáhara Occidental. Es un territorio no autónomo, la última colonia de África.
Este territorio acoge múltiples voces, a veces apenas susurros bajo el manto del miedo. Es un Sáhara diverso, donde vale más el silencio que la palabra. El viento barre impasible este Sáhara donde el paso del tiempo es un arma letal; los años pasan y el conflicto se alarga. Pero por encima de muros y distancias, los saharauis conservan intacto un anhelo: vivir juntos en su tierra. Una tierra, de apariencia desolada, pero capaz de hacer florecer los sueños. Ahora que tanto se habla de memoria histórica, se olvida que el Sáhara es uno de los grandes temas pendientes de la transición española. Entre la memoria y el olvido, este libro es su historia, es su testimonio.