PRECIADO IDOETA, IGNACIO
CONTENIDOS
Prólogo de María Teresa Román López, 13
Advertencia previa, 17
Presentación y agradecimientos, 19
Introducción, 31
primera parte: el bon primitivo
I. Orígenes de los tibetanos, 43
II. Creencias de los antiguos tibetanos:
el bon primitivo, 65
III. El bon primitivo en nuestros días, 125
segunda parte: el bon de la svástika
IV. Orígenes. Shangshung, 167
V. Tonpa shenrab y sus enseñanzas. La svástika, 189
VI. El bon viajero: el tÍbet central desde drigum
hasta la llegada del budismo, 209
VII. Evolución. La resistencia frente al budismo, 225
III. El bon modificado, 237
IX. Bon y budismo, 247
X. Textos y doctrinas, 257
XI Deidades: el panteón bonpo, 293
Apéndices
El bon hoy, 307
El monasterio de la gnosis, 315
Cronología, 329
términos y expresiones, 331
Glosario de términos tibetanos y sánscritos, 337
Glosario explicativo de términos y expresiones, 339
Bibliografía, 347
Odiosa Svástika, para muchos, símbolo de muerte. Y sin embargo, venerada durante siglos, milenios, por la Humanidad, como símbolo de la Fuente de la Vida: el Sol, único y verdadero dios para el hombre. Poco queda de aquella lejana veneración. Si quieres conocer dónde, viaja conmigo a la frontera donde aún habitan hombres (y mujeres).
Este libro pretende dar a conocer una de las culturas más antiguas que aún se conserva viva y pujante en la gran meseta tibetana. El Bon es la primitiva religión de las tribus de estirpe tibetana que se mueven, desde tiempo inmemorial, por los vastos espacios del ?techo del mundo?. Impregnada de magia, ha preservado hasta hoy ancestrales ritos, cuyos orígenes se pierden en la noche de los tiempos. Perseguidos durante centurias por las autoridades budistas, los bonpos, a diferencia de otras antiguas manifestaciones religiosas, han sabido aprovechar ciertas circunstancias favorables (sobre todo geográficas y climáticas) para sobrevivir y evitar la extinción a la que parecían destinados. Sus doctrinas y creencias no parecen, en parte, haber quedado obsoletas, si tenemos en cuenta algunas corrientes de pensamiento actuales, naturalistas y ecologistas, que alertan sobre el papel destructor (y a la postre autodestructor) de nuestra enloquecida babélica especie.